viernes, 3 de junio de 2011

Silvio Rodríguez


Silvio Rodríguez,  nace un 29 de noviembre de 1946 en San Antonio de los Baños, un pueblo ubicado en un valle muy fértil en La Habana y zona fundamentalmente tabacalera, en el seno de una familia campesina. Su abuelo fue tabaquero y conoció a José Martí, cuando Silvio tan sólo tenia 12 años. Su padre, Víctor Dagoberto Rodríguez Ortega, fue campesino, y siempre fue un hombre liberal y de ideas socialistas. Su madre, Argelia Domínguez León, fue peluquera. Silvio ha manifestado en diversas ocasiones que su afición por la música le viene por parte de su madre, que se pasaba el día cantando boleros y sones santiagueros. Silvio tuvo un tío que tocaba el bajo pero, desde el punto de vista musical, fue su madre la que le dormía con canciones de la trova, se bañaba con danzones, barría con boleros y cocinaba con sones. Su madre debió ser música por vocación, y de hecho ha colaborado esporádicamente con Silvio en algunos trabajos.


Silvio ha sido estudiante, alfabetizador, empleado gastronómico, dibujante, soldado, cantante y padre. Fue empleado de la televisión cubana y trabajó con el grupo de experimentación sonora del ICAIC (Instituto Cubano de las Artes y de la Industria Cinematográfica), donde grabó sus primeros discos y canciones. Empezó a escribir poemas a los siete u ocho años. En la revista «Mella» dibujaba una historieta que se llamaba «El Hueco», una historia muy profunda, con textos de Norberto Fuentes. Cuando trabajaba allí, aprendió los primeros acordes de guitarra con su compañero Lázaro Fundora.
A los 16 años recomenzó los estudios de piano, pero tuvo que volver a dejarlos cuando, el 4 de marzo de 1964, fue llamado al Servicio Militar Obligatorio -SMO-, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias -FAR-. Silvio partió rumbo a la región más occidental del país. Tenía 17 años cuando le enviaron primero a una unidad en Pinar del Río durante tres meses. Después desarrolló un primer periodo de doce semanas de entrenamiento en la Unidad 3234, de Infantería, en Artemisa, y fue trasladado a la Unidad 1087, de Servicios de Retaguardia del Ejército Occidental. Posteriormente, ubicado en la 2107, de Comunicaciones, en El Calvario, el recibió un curso de Telegrafía y desarrolló la labor de ayudante del operador de radio.


Entonces se compró una guitarra. En el ejército conoció a Esteban Baños, con quien aprendió mucho de la guitarra. A partir de ese momento, no abandonaría más el instrumento. En todo ese tiempo nunca dejó de escribir poemas y compuso algunos relatos. Entre 1964 y 1965 compuso sus primeras canciones. En 1967 debutó en el programa de televisión Música y Estrellas, vestido con sus botas militares que, según aclaró mas tarde, era lo único que tenia para ponerse. Su primera actuación fue en el Museo de Bellas Artes. Por esa época hizo dúo con Luis López, cantaban sus canciones y se presentaron en dos ocasiones a festivales de Aficionados de la FAR. No resultaron premiados, pero fueron felicitados. En 1975, cuando llevaba ocho años de profesional y había compuesto cientos de canciones, hace su primer disco en solitario, Días y Flores.
Su influencia sobre toda una generación, junto a sus compañeros de La Nueva Trova Cubana, también conocida como Movimiento de la Nueva Trova ha sido reconocida en todo el mundo, incluso por quienes no están de acuerdo con sus ideas políticas. Queda patente que el genio de Silvio es capaz de atraer a quien él quiere y a quien no. Ha colaborado con muchos cantantes y músicos de todo el mundo.


La maza de Silvio Rodríguez

Si no creyera en la locura
de la garganta del sinsonte
si no creyera que en el monte
se esconde el trino y la pavura.
Si no creyera en la balanza
en la razón del equilibrio
si no creyera en el delirio
si no creyera en la esperanza.
Si no creyera en lo que agencio
si no creyera en mi camino
si no creyera en mi sonido
si no creyera en mi silencio.

que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un amasijo hecho de cuerdas y tendones
un revoltijo de carne con madera
un instrumento sin mejores resplandores
que lucecitas montadas para escena
que cosa fuera -corazon- que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
un testaferro del traidor de los aplausos
un servidor de pasado en copa nueva
un eternizador de dioses del ocaso
jubilo hervido con trapo y lentejuela
que cosa fuera -corazon- que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera
que cosa fuera -corazon- que cosa fuera
que cosa fuera la maza sin cantera.
Si no creyera en lo mas duro
si no creyera en el deseo
si no creyera en lo que creo
si no ceyera en algo puro.
Si no creyera en cada herida
si no creyera en la que ronde
si no creyera en lo que esconde
hacerse hermano de la vida.
Si no creyera en quien me escucha
si no creeyera en lo que duele
si no creyera en lo que queda
si no creyera en lo que lucha.
Que cosa fuera...
Fuente: musica.com

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